CEP, CAMBIO DE ESCENARIO

Y finalmente se conocieron los resultados de la encuesta CEP. Mención espontánea (sin indicación de candidatos) Piñera obtiene un 31%, Frei 25% y Marco Enriquez Ominami (MEO) 9%.

Frente a la pregunta sobre por quién votaría en primera vuelta entre determinadas personas, los resultados son: 37% Piñera, 30% Frei y 13% MEO. Igual pregunta fue realizada por CEP en diciembre y los resultados eran 41% Piñera y 30% Frei. Es decir, en 6 meses Piñera cae 4 puntos, Frei 1 y aparece MEO. Lo que me permite sostener lo que he venido planteando hace algún tiempo. Contrariamente a lo que dice la alianza de manera oficial, MEO le resta votos a Piñera. Le robó las banderas del cambio, de la renovación y de la alternancia, es decir, las 3 principales banderas del candidato de la alianza.

Se decía en las filas de la alianza que MEO desfondaría a Frei, no contaban con que el electorado que el diputado ex PS cautiva es justamente el que cree en el emprendimiento, en la renovación y no adscribe la política tradicional. Por su parte MEO no logra despegar y a pesar de la sobreexposición mediática, no logra acortar la brecha con Frei. 17 puntos de distancia es mucho a 6 meses de la elección. Es loable el esfuerzo realizado, pero el agotamiento natural del show Business se hace cada día más evidente.

Respecto de Piñera, la ciudadanía le dijo que no es una buena opción y se reafirma el dicho “mientras más te conozco menos te quiero”. ¿Qué hará la UDI? ¿ Levantará candidato? ¿Estarán Pablo o Joaquín disponibles para evitar el desembarco de apoyos, las críticas al comando?. ¿Seguirán creyendo que Flores o Schaulsohn constituyen un aporte?. Si insisten en ello, entonces será mejor para el candidato oficialista y comprobaremos otro dicho “no hay peor ciego que el que no quiere ver”.

Finalmente cabe decir que para Frei no es carrera corrida, ni mucho menos, tendrá que conquistar a la izquierda concertacionista que mira con simpatía opciones diversas o votos de castigo en primera vuelta. Deberá hacer esfuerzos por sacar el fantasma del sectarismo DC en su comando y deberá hacer una ofensiva comunicacional y de campaña que logre poner temas de futuroo en la discusión pública; de lo contrario estaremos prontamente viendo otro cambio de escenario ad portas de la elección presidencial.

Por mi parte, más tranquilo, aunque trabajando para conquistar la confianza o recuperar la alicaída credibilidad de la política, de unos y otros.