“…El
Gobierno debiera explicitar mejor sus objetivos: ¿Se trata de bajar los
niveles de victimización o de disminuir los hechos delictivos
denunciados?…”
Felipe Harboe Bascuñán
Abogado
Abogado
En
Chile más del 50% de los delitos que se cometen no son denunciados. Así
lo revelan las encuestas de victimización. Esto quiere decir que las
instituciones que componen el circuito de justicia criminal conocen
menos de la mitad de los delitos que realmente ocurren. En este
contexto, uno de los objetivos prioritarios de las políticas públicas de
seguridad debe ser aumentar la propensión a denunciar. Si bien ésta
depende de diversos factores, también influyen las políticas de las
propias instituciones encargadas de recepcionarlas.
Hace
poco se publicó profusamente que Carabineros aplicará un plan para
agilizar la recepción de denuncias. El informe fundante destaca
excesivos tiempos de espera e inadecuadas condiciones en la gestión de
sus procesos. Si se trata de una política institucional, entonces
debieran explicitarse los objetivos que incorporen el ámbito de la
calidad del servicio para monitorear el impacto real de dichas medidas.
Recordemos que uno de los factores clave en la confianza que se tiene en
la justicia depende de aspectos relacionados con la calidad del
servicio que el sistema es capaz de brindar.
Aumentar
las denuncias y la calidad de los datos que se recogen tiene dos
objetivos centrales en el combate al delito. El primero de ellos está
vinculado al rol preventivo de las policías, mejorando su conocimiento y
su capacidad de análisis e incorporando el estudio de factores tales
como los horarios de mayor ocurrencia, las características de los
lugares, de los autores y de las víctimas. Es esa la principal
herramienta de trabajo con que cuentan para desarrollar estrategias
preventivas adecuadas considerando las especificidades de cada
territorio.
El
segundo objetivo está vinculado al ámbito reactivo. Consiste en mejorar
la eficacia de la respuesta penal entregando mejores y mayores
antecedentes en el proceso de recolección de los medios de prueba. Este
es un objetivo prioritario si consideramos los antecedentes entregados
por el académico Jean-Pierre Matus donde sostiene que la probabilidad de
condena en Chile no supera el 10%.
Así
las cosas, sorprenden los resultados entregados por una reciente nota
de este medio sobre la implementación del Sistema Táctil de Análisis
Delictual (STAT). A seis meses de su puesta en marcha, se le atribuye
una baja del 11% en las denuncias de delitos violentos. Más allá de la
experiencia de Nueva York (Compstat), en el contexto chileno, ¿es éste
el objetivo de este tipo de innovaciones? ¿No correspondería, en una
primera etapa, aumentar las denuncias para mejorar la calidad y la
cantidad de información disponible en la toma de decisiones? ¿No es éste
un incentivo perverso para las policías si consideramos que las
denuncias son un indicador limitado de la actividad delictual que ellos
mismos elaboran? Decir que esta iniciativa corresponde a una medida
nueva del Gobierno significa asumir que la policía uniformada no
utilizaba este tipo de herramientas. ¿Es eso realmente así? Como sea, en
Chile no existen todavía estudios rigurosos sobre el impacto del
trabajo policial en materia delictual. La reciente conclusión a la que
llega uno de los expertos más renombrados en la cuna de este sistema,
Estados Unidos, Steven Mastrofski, es que no podemos demostrar su
contribución.
En
esta misma dirección, dos importantes investigadores, Eterno y
Silverman, en reciente publicación muestran la baja fiabilidad de los
datos y los incentivos perversos que producen estas políticas centradas
en reducir las estadísticas de denuncias.
El
Gobierno debiera explicitar mejor sus objetivos: ¿Se trata de bajar los
niveles de victimización o de disminuir los hechos delictivos
denunciados? ¿Se premiará a las unidades policiales con menos denuncias
aun cuando la victimización suba? Es decir, ¿incentivará el sistema la
impunidad? En Chile ya se habían dado importantes pasos para superar
este dilema incorporando la reducción de la victimización y el aumento
de los delitos denunciados como elementos complementarios y esenciales
de la política pública en pos de lograr un objetivo país. Mayor
seguridad y menor impunidad.
________________
Columna escrita en “El Mercurio”
No hay comentarios:
Publicar un comentario