¡¡¡Te voy a castigar por no haberte abstenido de romper el vidrio!!! Eso es lo que los chilenos deberemos decir frente al rompimiento de un vidrio de parte de algún miembro de la familia, porque en estricto rigor la obligación incumplida no es no quebrar el vidrio, sino la de abstenerse de realizar acciones lesivas al entorno o a otros. Así lo sostienen los dependientes de Piñera, señalando además que lo que se dijo en el debate es mentira. Es decir, si yo reto a un niño por quebrar un vidrio estoy mintiendo? Y sólo debo retarlo por incumplir el deber de abstenerse de quebrar el vidrio? Sea lo que sea, los chilenos estamos cansados de diferencias semánticas que sólo intentan acomodar los escenarios a aquellos que se autodeclaran “intocables”. Cuando un joven de un barrio pobre roba los espejos de un auto es un delito, hay que sancionarlo, ponerle candado a la puerta giratoria, etc. Cuando la misma acción, la comete un joven del barrio alto o de “familia” (como ellos dicen) es una travesura, una locura de juventud y lo único que hay que hacer es pagar los espejos con el seguro del auto. En algunos lugares de la ciudad, se llama vecinos a otros pobladores. Es decir, algunos intentan mantener diferencias odiosas basados en el quien es y de donde viene a fin de torcerle la mano a la letra y así evitar ser alcanzados por la sanción social.
El último de los ejemplos lo vimos en el debate presidencial. Así, cuando el candidato Frei irrumpe invocando un informe de Transparencia internacional y diciendo que Piñera sale mencionado como un ejemplo al haber usado información privilegiada en una operación financiera, la derecha en pleno, sale a decir que se trata de una mentira, usan los medios de comunicación de forma descarada para victimizar a su candidato y dejar como mentiroso al candidato de la Concertación. Con titulares de diarios, dirigidos a que el transeúnte se quede con esa imagen, sin entrar en el fondo de la situación y con cuñas televisivas que evaden el fondo del asunto.
Respecto del informe de transparencia internacional, basta señalar que se trata de un informe anual, de carácter internacional, encomendado por el capítulo latinoamericano ( y no chileno) y que el tema global escogido por Transparency International fue la corrupción en el sector privado. Es en ese informe, donde sale citado Sebastián Piñera (gran orgullo debe sentir). Si el directorio conoció previamente el informe o no es un tema sin relevancia, ya que se le encomendó desde el extranjero. Si lo conoció y nada dijo, es porque lo avaló, si no lo conoció debiendo hacerlo, entonces es una muestra de inoperancia y negligencia inexcusable del directorio y todos debieran renunciar. En cualquier caso el fondo del informe fue visado por la organización internacional incluído el nombre del candidato empresario.
Vamos al fondo de los hechos a fin de que se sepan los hechos ocurridos y usted saque sus propias conclusiones, ojalá más allá de su visión política del país, cercanía, molestia y cualquier legítimo sentimiento o sensación que le provoquen los candidatos o los no candidatos en esta elección presidencial.
Hecho 1: 24 de Julio de 2006, Entre las 10:00 y 15:00 horas: Se reunió el directorio de Lan y se dió a conocer internamente los buenos resultados del segundo trimestre, lo que obviamente, al conocerse públicamente importaría un alza de sus acciones. Sebastián Piñera estaba presente. Juan José Cueto estaba fuera del país.
Hecho 2: 24 de Julio de 2006, 15:59 horas: Sebastián Piñera encarga a través de la sociedad de inversiones Santa Cecilia (en honor a su esposa) la adquisición de un paquete de 3 millones de acciones a valor unitario de $3.270, lo que equivale a una inversión de $9.840 millones de pesos. (a menos de una hora de finalizado el directorio).
Hecho 3: 25 de Julio de 2006, 16:40 horas: Recién a esta hora, la Superintendencia de valores conoce el informe con el resultado del segundo trimestre de Lan.
Hecho 4: 26 de Julio de 2006, 09.:00 horas: Abre la bolsa de comercio y el mercado recién conoce los estados financieros del segundo trimestre de Lan. La acción sube de valor llegando a $3.520 pesos por acción, lo que se traduce que en dos días, la acción sube $250 pesos x unidad.
Hecho 5: Si Sebastián Piñera compró 3 millones de acciones a $3.270 pesos y en dos días el valor x unidad subió en $250; entonces significa que ganó en dos días $750 millones.
Hecho 6: 26 de Julio 14:00 horas: Conocido el hecho, la Superintendencia de valores fue informada por la bolsa de comercio de la transacción realizada por Sebastián Piñera.
Hecho 7: La Superintendencia de Valores al observar que Piñera había participado del directorio de Lan el 24 de Julio y que el mismo dia había emitido una orden de compra de acciones, ordena inciar una investigación por eventual uso de información privilegiada.
Hecho 8: La Superintendencia de Valores concluyó que Sebastián Piñera Echeñique había incumplido lo preceptuado en el artículo 165 de la Ley 18.045, que prescribe la obligación de abstenerse de realizar transacciones bursátiles a quienes detenten una calidad de director o controlador de una compañía y que en uso de sus cargos tomen conocimiento de información que afecte el valor de las acciones. Es decir, FUE SANCIONADO POR EL ORGANISMO COMPETENTE POR INFRACCIÓN AL ARTÍCULO 165 DE LA LEY DE MERCADO DE VALORES. Aplicando una multa a Sebastián Piñera de 19.470 Uf, es decir $363 millones de pesos.
Hecho 9: Frente a la sanción impuesta por la Superintendencia de valores, Sebastián Piñera, más allá de argumentar la habitualidad de dicha forma de operar, finalmente decidió no recurrir a la justicia y aceptó los cargos hechos por el organismo fiscalizador y pagar la multa impuesta.
Hecho 10: Sebastián Piñera paga la multa de 19.470 UF impuesta por la Superintendencia de Valores ($363 millones)
Hecho 11: Su socio en esta operación, Juan José Cueto, también multado por la SIV, decide recurrir a la justicia civil (17 Juzgado civil de Stgo) para impugnar la multa. En una de sus declaraciones señala “fui invitado a esta operación por Sebastián Piñera”. La Justicia civil no acogió su reclamo, ratificando la multa impuesta por la Superintendencia de Valores. Cueto, apeló y actualmente está en la Corte de Apelaciones.
ALGUNAS REFLEXIONES:
Como es posible observar, los hechos ocurrieron, existen y son reales. Hay reunión de directorio, compra de acciones, ganancias millonarias, denuncia ante Superintendencia, sanción de multa, pago de la misma, proceso judicial abierto y declaraciones del socio de Sebastián Piñera. Es decir, aquí han intervenido, un directorio de empresa privada, la Bolsa de Comercio, la Superintendencia de Valores y la Justicia. No creo que todos ellos se hayan confabulado en contra de Sebastián Piñera y éste sea una víctima en la historia. Los hechos, por de pronto, no responden a una maquinación ni conspiración alguna, sino más bien a la desenfrenada ambición de Sebastián Piñera, ya que al decir de los corredores bursátiles fue imprudente al no esperar que el mercado conociera lo que él ya sabía; esto es que las acciones de Lan subirían de valor y, por tanto, obraba sobre seguro.
Una persona que dispone de $9.840 millones de pesos líquidos para comprar acciones y que en 48 horas logra incrementar su patrimonio en cerca de $750 millones de pesos aún a sabiendas de que operaba con privilegios frente al resto de los inversionistas, obviamente merece dudas de su actuar y en particular de la entrevista dada al diario El Mundo en España donde declaró con total desparpajo: “Cuando retornó la democracia abandoné el mundo de los negocios”. ¿Será ésta una nueva forma de hacer política? ¿Compra y venta de acciones no constituyen un negocio? Mmmm algo anda mal.
Por otra parte ¿cree usted que un inversionista estaría dispuesto a pagar $363 millones de pesos si considera que es inocente de los cargos que se le formulan? Lo que realmente Sebastian Piñera tuvo en vista, es que la multa era inferior a las ganancias obtenidas por lo que su pronto pago evitaría judicializar el tema y que trascendiera a la opinión pública. Por lo demás, a pesar de la multa, le estaban quedando en el bolsillo de la Santa Cecilia cerca de $300 millones de pesos. Negocio redondo.
Finalmente, resulta tremendamente importante que la gente conozca los hechos y saque sus propias conclusiones, sin intermediarios ni editorialistas tendenciosos. Si “no abstenerse de quebrar un vidrio” no es lo mismo que “quebrarlo”, entonces los miles de padres tendremos un serio problema a la hora de educar a nuestros niños.
Señora, señor, no se le ocurra retar a su hijo por quebrar el vidrio, capaz que lo tilden a usted de mentiroso y lo amenacen con querella. Le recomiendo que en este contexto se limite sólo a retarlo por no abstenerse de quebrar el vidrio, quizás así su hijo(a) entienda la diferencia entre una y otra cosa.
Más allá de eufemismos legales e intentos de victimización, lo cierto es que aquí hubo un señor, que con conocimiento de información que el resto del mercado desconocía, compró acciones, se enriqueció, fue sorprendido, multado y, que a la hora de saberse, intenta victimizarse.
Sería todo.